Luego de cambiarle la cara al país, las concesiones de obras públicas recibieron “el pago de Chile”: los problemas del MOP Gate y sobreprecios en algunos convenios complementarios, acordados sin la debida competencia, llevaron a que este mecanismo fuera estigmatizado y la inversión privada reducida hasta una cuasi paralización. Si bien era necesario revisar este mecanismo para introducir competencia y transparencia, debimos haber sido capaces de caminar y mascar chicle a la vez.
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lunes, 19 de abril de 2010
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