El próximo año, San Pedro de Atacama tendrá una granja de energía solar fotovoltaica que asegurará el suministro eléctrico del pueblo. Con una hectárea de extensión, será la primera de su tamaño conectada a un sistema aislado en Latinoamérica y posicionaría turísticamente a la región como un “pueblo solar”. El Gobierno va a licitar el proyecto y entregará un subsidio a la empresa que se lo gane.
El ingeniero comercial Mauricio Ciocca vive hace 15 años en San Pedro de Atacama. Sus tres restoranes están siempre llenos y el turismo, la principal actividad económica del pequeño pueblo, sigue creciendo. Las cosas, dice, marchan bien. Pero hay un problema que les amarga la vida a él y a los cerca de 3 mil habitantes del lugar: los servicios básicos de agua y de electricidad ya no dan abasto.
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